OTC Ciudad Real

Reunión informativa: Comunidad Energética Larache-Fuensanta

Como equipo técnico de la Oficina de Transformación Comunitaria (OTC) de Ciudad Real, tenemos la suerte de acompañar a muchas personas, colectivos y administraciones locales en su camino hacia una transición energética más justa, participativa y sostenible. Y si algo nos quedó claro en la última jornada informativa que organizamos en el Museo Manuel López Villaseñor, es que las comunidades energéticas no son una promesa futura: son una realidad transformadora.

Durante este encuentro, que reunió a vecinos y empresas del Barrio Larache-Fuensanta, compartimos experiencias concretas que muestran cómo organizarse colectivamente para producir y compartir energía renovable puede suponer entre un 30% y un 80% de ahorro en la factura eléctrica. Incluso más, si se diseñan bien los sistemas y se incorporan medidas de eficiencia y almacenamiento.

En nuestra labor diaria, vemos cómo cada vez más personas se interesan por entender qué es una comunidad energética y cómo pueden formar parte de una. Nuestra respuesta es siempre la misma: es más sencillo de lo que parece, y los beneficios van mucho más allá del ahorro económico. Hablamos de independencia energética, de resiliencia ante los vaivenes del mercado eléctrico, de democratización del acceso a la energía y de un modelo donde las decisiones se toman desde el territorio.

Uno de los ejemplos que más nos ilusiona es el proyecto piloto en la pedanía de La Poblachuela. Allí, varios vecinos han dado el paso de constituirse como comunidad energética, con el apoyo técnico y legal necesario. Están proyectando una transformación de alto impacto social: se organizan, debaten, deciden y se empoderan.

En la OTC entendemos que cada comunidad, barrio o polígono industrial tiene sus particularidades, pero todos tienen algo en común: el potencial de convertirse en protagonistas del cambio energético. Por eso, estamos aquí. Para acompañarles, para traducir la normativa, para analizar viabilidades técnicas y económicas, para ayudar a conseguir financiación, y sobre todo, para demostrar que la energía también puede ser local, compartida y gestionada por la propia ciudadanía.

Seguiremos trabajando con ilusión, rigor técnico y compromiso social para que este modelo se multiplique. Porque creemos, de verdad, que la transformación energética no es solo posible: es urgente, y está en nuestras manos.

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